11.4.07

¿Dónde está México? (Excelsior, 110407)

Sí, suena a pregunta retórica, pero si uno se da una vuelta por algunos diarios internacionales se hace evidente la falta de consenso sobre la pertenencia geográfica de nuestro país, hay al menos cinco posibilidades. Primero, México se encuentra en las “Américas”; es decir, en un continente americano sin Estados Unidos, que incluye a Canadá, el Caribe y toda la América Latina. Esa es la clasificación que uno encuentra en el New York Times, The Economist y la página de CNN. Segundo, México está en las “Américas”, y ese concepto incluye también a Estados Unidos (que se lleva regularmente los titulares de la sección). Esa es la posición del portal de la BBC, así como el diario francés Le Monde y el ruso Pravda.

Existe una curiosa tercera opción, que ofrece en su categorización geográfica de noticias internacionales una sección para “Estados Unidos” y otra para “América Latina”. Bajo esta opción se incluye normalmente al Caribe anglo y francés como América Latina, pero se deja a Canadá en un limbo noticioso que no encuentra territorio. Esa es la opción por la que han optado el LA Times y El País de España, y en donde México se lleva casi siempre los titulares de la sección. La cuarta posibilidad es simple: México está en el mundo; esto es, en todo aquello que no sea el país de publicación. Así nos ubican El Clarín de Argentina y el Folha de Brasil.

Finalmente, sólo el Washington Post clasifica al continente en tres categorías: Norteamérica, Centroamérica (que incluye al Caribe) y Sudamérica. En este caso México está en Norteamérica, junto con Canadá, y así lo concibe también Wikipedia, que si bien no es un periódico, es sin duda la fuente principal de información general en el mundo.

Entonces, ¿norteamericanos, latinoamericanos, o simplemente americanos? ¿La definición depende de si la clasificación es geográfica, económica o cultural? Y claro, se trata de preguntas simplonas pero que traen a la mesa cuestionamientos fundamentales sobre lo que somos (y lo que aspiramos a ser). Samuel Huntington escribía en 1993 The Clash of Civilizations?, un año antes de la aprobación del TLCAN, y pensaba en México entre los tres países ubicados en el cruce de civilizaciones (junto con Rusia y Turquía), un país que aún se debatía entre asumirse como norteamericano sin renunciar a su romanticismo latinoamericanista.

Huntington se ha equivocado casi siempre en sus respuestas, pero ha tenido el talento de plantear preguntas relevantes. Es cierto, en México nos aferramos a un origen latinoamericano, pero nos entusiasmamos –discretos- a un destino norteamericano. Curiosamente, ni en el origen ni en el destino, nos pensamos centroamericanos.

Justamente en estos días se lleva al cabo el encuentro para el relanzamiento del Plan Puebla-Panamá (PPP), que incluye a los 7 países centroamericanos y Colombia, junto con los gobernadores de los 9 estados del sur-sureste mexicano. México mira al sur dividiéndose: ¿Mesoamérica en el PPP y Aridoamérica en el TLCAN? ¿De un lado las buenas intenciones y del otro las inevitables integraciones?

El PPP nació sin extremidades que le dieran movimiento, apenas un bultito entre enternecedor y triste. Basta ver el portal de la Secretaría de Relaciones Exteriores dedicado al PPP para darse cuenta: 4 parrafitos huecos y una serie de documentos genéricos divididos –siempre- en dos capítulos, el mexicano y el centroamericano. Los propósitos de una “cooperación para el desarrollo integral de la región mesoamericana” se diluyen frente a los problemas inmediatos: migración, narcotráfico y la violencia (i.e. la Mara Salvatrucha). El relanzamiento del PPP deberá por fuerza darle posibilidades reales a los primeros y soluciones colectivas a los segundos.

1 comentario:

Love doctor dijo...

De un lado en verano, del otro en invierno. Debería haber dos climas que dividieran al país. Como cuando Woody Allen escribió: ya ven que les dije que NY era bellísimo en otoño, pues la neta quise decir en invierno.