20.12.06

192 Millones (Publicado en Excelsior 20/12/06)

Hagamos la historia de dos lugares. En el primero de ellos 39% de la población mayor de 15 años no terminó la primaria, el 26% de los hogares no cuentan con agua entubada y el 70% de la población ocupada obtiene menos de 2 salarios mínimos por su trabajo. En el segundo, 13% de la población mayor de 15 años no terminó la primaria, sólo 3% de los hogares no tienen agua entubada y menos del 24% de la población ocupada gana menos de 2 salarios mínimos. El primero de ellos tiene una tasa de inmigración neta del 3.6%, mientras que el segundo tiene una tasa de emigración neta del 4.5%.

La diferencia en el ingreso per cápita entre ambos lugares es similar al que existe entre México y Estados Unidos, en promedio por cada dólar de ingreso de los habitantes del primer lugar, los habitantes del segundo lugar obtienen 4. De esas dimensiones es la brecha entre Oaxaca y Nuevo León. Dos realidades completamente disímiles, a sólo 1350 kilómetros de distancia y dentro de las fronteras de un mismo país. La brecha se agranda monstruosamente si vemos a su interior.

Hemos citado la cifra antes, el ingreso per cápita (en dólares ajustados) del municipio más rico de Nuevo León es de casi 33 mil, mientras que el ingreso per cápita del municipio más pobre de Oaxaca es de 149. El ingreso de un habitante del primero equivale al ingreso de 220 habitantes del segundo, una proporción dos veces mayor a la que existe entre el país más rico del mundo, Luxemburgo, y el más pobre, Malawi.

Este es y ha sido siempre un mundo de desigualdades y migraciones. No se podría entender nuestra historia sin hablar de los flujos poblacionales entre territorios y continentes. Ya por la guerra, ya por el hambre, ya por la curiosidad. Los tres grandes motores. El Estado-Nación es una invención reciente, como lo son las fronteras infranqueables y la restricción al flujo del trabajo, el patito feo de la economía global.

El pasado 18 de diciembre fue el día del migrante internacional. De acuerdo con las Naciones Unidas hay en el mundo alrededor de 192 millones de personas que radican en un país distinto al de su nacimiento, esto es casi un 3% de la población mundial. Se trata del intercambio lógico entre países con dotaciones distintas de insumos de producción, capital y trabajo. La desigualdad. El mercado hace su trabajo. Se trata igualmente de un proceso cultural único, el encuentro entre lo más local y lo más global, el diálogo casi involuntario entre desiguales, una torre de Babel hecha de escalinatas y pasadizos.

Se trata finalmente de un reto democrático. Los flujos migratorios y las políticas de asimilación selectiva de los países receptores han generado una población políticamente flotante. Individuos que votan con los píes en el origen para carecer de toda posibilidad de ciudadanía y representación en el destino. Poblaciones que aguardan dos o tres generaciones para hacerse de una voz política.

“La pobreza exige, dijo mi abuelo reflexionando en su decisión de migrar a los Estados Unidos”, así inicia el relato de Janet Martínez, una estudiante universitaria de California, nieta de un indio zapoteca que emigró hacia el norte en 1970 para ahorrar dinero, regresar a su pueblo en Oaxaca y comprarse dos vacas, quien se hizo acreedora al primer lugar en la categoría de 12 a 20 años del primer concurso ‘Historias de Migrantes. México-Estados Unidos’. A Janet ya no es la pobreza lo que le exige, sino la inquietud de ser, de poder ser. No otra cosa es la libertad.

17.12.06

Rimming y Rimando

Fue uno de esos descubrimientos semánticos que saben a más. Discutía con un perfecto desconocido sobre lo que es cultura y yo me aferraba con pasión a la idea de que lo que no fluye no es cultura, lo que invalida no pocas salas de concierto y galerias de martini.

Enfrentado a mi aferre, el susodicho me dijo, 'me vas a salir con que hasta lo más sórdido puede ser cultura'

A lo que yo, o una parte de yo, respondí: '¡Claro! como rimming y rimando'

Métrica, palabras ajustadas al sonido y alguien en posición muy incómoda...Sublime!

'Qué es rimming?' me respondió...

Agh, las barreras del lenguaje...

14.12.06

La Precocidad (o qué tal estos chamacos!)

Por azares del destino (y las ganas, que nunca faltan), caí en una cadena de blogs escritos en exclusivo por una juventud que no parezco encontrar por ningún otro lado. No sé si sea una tendencia de la que simplemente no me he enterado o se trata, como sospecho, de un quasi club de Toby tecleador y conmovedor.
Muchos de sus miembros pertenecen a estas generaciones misteriosas de diseño y comunicación de la UNAM, aunque hay por ahí un par de miembros aleatorios, como un paisano en Phoenix, otro en NYC, uno más en Berlín y hasta una niña preparatoriana de escuela bien, de familia bien, con carita de Belinda y actitud de Lucha Reyes.
La diferencia con mi experiencia profesionalizante es enorme. Lo mio fue ir al CIDE, a convivir con los mismos 20 gatos por 5 años...gelatinas institucionalizadas. El texto con tinta y escarbándose sabrá Dios que ausencias.
No, estos niños se recrean munditos y risas, soplan al pastel con total indiferencia y le dan a este país un par de soplamocos muy bien puestos.
La cadena es auto-contenida...(me limitaré a los trascendentales)

Empecé por Caleidovisión, hoyo negro de un chamaco que resultó ser vecino mío, pero a quien no he tenido el placer de conocer, que se ha proclamado Primera Dama legítima de México y medita casi con ansiedad sobre el cine y la sub-estimación de Sofia Coppola como cineasta...(I mean!)

El propio joven que se quema y lo contempla me dio el vínculo a la chicuela que se asume como Melcocha Barata, sublime tautología, porque se sabe que toda melcocha carece de valor de mercado y se limita a ser azúcar mal quemada. La pluma de la melcocha no tiene un gránulo de desperdicio. Y cito: "De nada sirvieron las pláticas intrigosas donde se criticaba con ardor a la prima que se besuqueaba en el rincón y usaba calzones negros o a la que no le daba pena decir que ya menstruaba. " y concluye tenáz "Y el cálculo renal no es más que una alegoría inducida o unos besos que provocaron histerias innecesarias y conjeturas adolescentescas. Culpa de la noche, del alcohol y de la primavera precoz o tardía. A saber. No se enoje que no es para tanto." ¿Quién podría en su sano juicio enojarse ante tal colección de intencionalidad?

El camino pasa por uno de los mejores, auto-nombrado Yo Mismo (¡tiembla creatividad!) y auto-definido como Cronopio Apachurrado, otra obviedad reveladora, el cronopio hecho mierda por un mundo de famas (el eterno regreso a Cortazar, sí señor). El Cronopio este diserta sobre su vida de oficinista condenado a los espacios meta-laborales, y recurre con muchísimo éxito al humor que a mi me arrancó las más sinceras carcajadas desde la caída de Juanga.

Mención especial merece Chidoguán (por qué me retiré del vicio), avecindado en la horripilante New York Shity (coladera en la que pasé casi 5 largos años de mi finita existencia). Pero al muchacho le asiste la impermeabilización, cito: "Los gringos tienen cuarenta y tres palabras para nombrar el concepto de "cerveza", veintisiete para "televisión" y catorce para "lucro". No tienen palabra para "descuajaringar". Y eso que vive a escasas 2 cuadras de NYU en una callesita llamada Cornellia St, cuyo mayor atractivo son los jugos de la esquina.

De la preparatoriana bien Zombie en un Frasco se agradece la capacidad de explicitar la orfandad de las élites nacionales que sufren de una excesiva capacidad de consumo y una inflamación alarmante en la parte del cerebro que se encarga de ignorar: "Oh, soy tan pendejamente hermosa."

Concluyo el tour post-adolescente pre-descalabro con el fulano que en el nombre lleva la penitencia: Sala Verga (por que como sabemos nada reconforta más que la certeza de mandarse a o agarrarse la o ambas). El autor radica en Phoenix (razón de sobra para ponerse negro), y su táctica es sencilla pero exitosa: temas inmediatos, lenguaje ineditable y frases levanta-cejas. Para muestra un botonazo: La viejita cagapalos...

Refreshing!

13.12.06

Pinochet sin Excusas (Publicado en Excelsior, 13/12/06)

“Habla el Presidente de la República desde el Palacio de La Moneda. Informaciones confirmadas señalan que un sector de la marinería habría aislado Valparaíso y que la ciudad estaría ocupada, lo que significa un levantamiento contra el gobierno, del gobierno legítimamente constituido, del gobierno que está amparado por la ley y la voluntad del ciudadano.” Con esas palabras comenzó el Presidente Salvador Allende su serie de mensajes radiofónicos aquel 11 de septiembre de 1973. La radio se convirtió para Allende en el único medio para hablar con el pueblo chileno y aquellos mensajes se convirtieron en historia viva, el relato de un hombre entristecido, defraudado y traicionado.

La tristeza se comparte, junto con el resentimiento contra quien encontró en la cobardía y los cañones los medios para tumbar las ideas de un Presidente democráticamente electo. La presidencia de Allende ha sido usada ad nauseum como la evidencia número uno de las deficiencias institucionales de los regímenes presidenciales. Un gobierno minoritario –Allende fue electo con sólo 36.6% de los votos y con una distancia mínima de 2% sobre el candidato de la derecha- sin mayoría en el Congreso. La historia es conocida: parálisis gubernamental, polarización social y la ausencia de mecanismos institucionales para modificar el status quo.

Los regímenes parlamentarios pueden llamar a nuevas elecciones y formar un nuevo gobierno. En cambio, nos cuentan que en los regímenes presidenciales se termina por buscar destrabar los nudos institucionales por medios no institucionales. Los golpes de estado aparecen como resultados casi lógicos de la combinación malévola de un Presidente electo por mayoría simple y un Congreso electo por el principio de representación proporcional. El eterno gobierno dividido. Ya sabemos que las instituciones definen escenarios e incentivos, pero las culpas permanecen en los hombres. Nada los obliga a la usurpación, la deslealtad o la violencia.

América Latina ha sido el reino de los usurpadores. De quienes han visto en el gobierno un motín personal o ideológico (o ambos). Augusto Pinochet fue uno de ellos, con todos sus adjetivos: traidor, dictador, asesino y cobarde. De derechas o de izquierdas, lo mismo, odiosos.

Hay quienes buscan matices. Nos dicen que fue un dictador, pero un dictador popular. Como si en el apoyo ambulante y pancartero se encontrara algún tipo de legitimidad. También nos cuentan de sus éxitos económicos. El Washigton Post afirma sin pudor: “Augusto Pinochet torturó y asesinó. Su legado es el país más exitoso de Latinoamérica.” Como si lo uno fuera causa o excusa de lo otro. Como si no supiéramos que el desarrollo no pasa por la negación de las libertades. Como si no supiéramos que bajo Pinochet el PIB per cápita real de los chilenos creció en un 2% promedio anual, mientras que bajo los gobiernos democráticos a partir de 1990 lo ha hecho a una tasa cercana al 5%. El éxito chileno le debe poco a Pinochet y sus Chicago Boys, y mucho a la capacidad de los socialdemócratas para formar coaliciones de gobierno estables y priorizar la inversión en capital humano.

Pinochet murió y no hay residuos de alegría. Su muerte nos recuerda sólo lo que somos capac de hacernos, lo que no debemos olvidar, lo que no podemos volvernos a permitir: “El pueblo debe defenderse, pero no sacrificarse. El pueblo no debe dejarse arrasar ni acribillar, pero tampoco puede humillarse.” Era la voz de Allende antes de darse uesn tiro a solas en la Casa de la Moneda. “Estas son mis últimas palabras y tengo la certeza de que mi sacrificio no será en vano, tengo la certeza de que, por lo menos, será una lección moral que castigará la felonía, la cobardía y la traición.” Y así fue.

12.12.06

La Condesa (o la condena de querer ser)

Escribí, comí y fumé en la Condesa. Es una condena, no por querer ser, sino de poder ser. En esta ciudad los cafés con inalámbrico se cuentan con los dedos de los pies. Me vi forzado a pensar mi odios al lugar. Es la condena de querer ser. La condesa vive de treintañeros caducos prematuramente. Los no jóvenes con la capacidad de consumo para vestirse, adornarse y laptearse como los cánones del consumo inmediato indican que la juventud se debe vestir, adornar y laptear. Boina, bota, jean old-looking, Ipod, Lap (apple please), chamarrita corta (portada con total indiferencia), gafa gruesa que disfraza de miopia la intencionalidad, mochilita cruzada...
Personajes que encuentran en el disfráz la posibilidad de ser personaje. Orfandad redonda. Orfandad repetida. Orfandad huérfana!
Lo estético pasa por los dígitos. El pasado pasa por la prueba insuperable de la simulación. El mundo es kitch. Esto es, lo que no pasa por la publicidad es kitch. Concepto simplón de quienes desde una occidentalidad asumida asumen que el resto es objeto de indagación curiosa y burlona. Los Tigres del Norte, Laura León, Frida Kahlo, Rigo Tovar, Cepillín, la Sonora Santanera, todo kitch. La cultura viva, como sólo puede ser, es kitch.
Los nacos son kitch también, por mera reducción al absurdo. El naco ha sido despojado de su capacidad de serlo. Lo naco nunca pudo ser real. Lo naco es sujeto de imitación y risa. Lo naco es un mito. Lejano, ausente, que viaja por otros medio, que come otras cosas, que habla de mundos que son igualmente míticos.
La Ciudad de México es una obscuridad. Todo fuera de los límites claros del circuito Coyoacán-Del Valle-Nápoles-Roma-Condesa-Polanco-Lomas-Palma-Interloma-Santa Fé es la nada. Una colección de aglomerados seres que provocan algo entre la intriga y la indiferencia. Ese algo existe.
Conclusión: no más.

6.12.06

El Que Dirán (Publicado en Excelsior 06/12/06)

Nos preocupa, es innegable. La percepción que otros se formen de nosotros nos inquieta. Queremos ser aprobados, reconocidos y hasta queridos. El qué dirán es criterio para comportarnos, para interactuar, pero sobre todo para evadir cuestionamientos, juicios o mofas. En México el cuidado de nuestra imagen al exterior fue central bajo el régimen de partido hegemónico. El PRI fue un maestro de la imagen. México se veía como un país ordenado, estable y progresista. Pocos regímenes no democráticos se han ganado niveles de aprobación y reconocimiento internacional como el mexicano.

A la toma de protesta de los presidentes priístas acudían los líderes de casi toda América Latina, incluido Fidel Castro, y su cobertura en la prensa internacional tenía siempre un tono de moderada aprobación. En el 2000 el tono cambió a franca celebración. La prensa internacional escribía con alegría por el síntoma más claro de la transición democrática mexicana. Las imágenes del 1 de diciembre del 2000 mostraban un México festivo, el primer Presidente de la oposición sonriente en la tribuna del Congreso y los congresistas de la oposición en calma aprobatoria.

Dicen que una imagen cuenta más que mil palabras, y dicen bien. La fotografía más repetida en la prensa internacional del 1 de diciembre del 2006 no muestra un México festivo. En ella se ve a un diputado del PRD con chamarra de cuero y pantalones de mezclilla, un silbato en la boca no se sabe si para tener voz propia o para acallar otras voces, que forcejea con una diputada el PAN, perfectamente peinada y vestida para la ocasión. Forcejean sin mirarse.

Una de las angustias recurrentes en México en torno al pasado 1 de diciembre, ha sido su impacto en nuestra imagen al exterior. Lo cierto es que la cobertura internacional fue más bien tibia. Aparentemente no sólo los mexicanos estamos fatigados de la puesta en escena que hemos visto desde el 2 de julio. Las notas de los diarios internacionales se limitan a lo indispensable, aunque acompañan la información en sus sitios de Internet con toques multimedia: galerías de fotos con diputados gritando, empujando o ambos; y videos que muestran a Felipe Calderón tomando protesta entre silbatos o bien a López Obrador en el Zócalo gritando al cielo.

El New York Times confirma que nunca en la historia reciente mexicana hubo una toma de protesta similar y subraya que la ceremonia duró sólo 4 minutos. El Washington Post enfatiza que el Presidente Calderón gobernará en un país divido y por ello afirma que no ignorará las razones detrás del quienes votaron por otra opción. La cadena CNN entrevista al ex presidente estadounidense George Bush quien no se declara preocupado por la situación porque al final “todo va a salir bien”. Por su parte, el gobernador de California bromea que lo visto desde las alturas de la Cámara de Diputados fue “buena acción”. La BBC también entra al chacoteo y relata sobre los diputados mexicanos que “no fue exactamente algo a la Mike Tyson, no hubo knockouts”.

Junto con la narración tragicómica de la toma de protesta, los medios internacionales también contaron a detalle otra historia. La de un país con instituciones políticas deficientes, que inhiben la representación política plena y la rendición de cuentas. La de un país desigual, pobre e inseguro. La de un país que exporta mano de obra como ningún otro. La de un país maniatado por los monopolios públicos y privados.

Ante el mundo México tiene un cuerpo adolescente, en transición, con partes que crecen a distintos ritmos, coyunturas que duelen, rebeldías que despiertan y, con suerte, futuros que sanan.