21.10.08

Fumó un cigarro, miró al cielo y prendió otro cigarro. Cielo y cigarro son palabras que confortan, porque no mienten sobre sus objetos. Como ventana o espejo, o todas las cursilerías que uno termina por hacer suyas. Quien fuma y ve al cielo, en ese orden o simultáneamente o intermitentemente, busca lo no sólido: ¿el aire?. Humo y nubes son (lo acabo de decidir) formas condensadas de aire. Será por evidenciarse el cuerpo. Será por inventarse sentidos ahí donde todo es risible. Será porque cada instante merece ser descrito y en la palabra uno termina por lo contrario: vaporizarse. Será y es completamente innecesario preguntar. Como los nombres, te llamas y te pareces tan poco. También aire visible. Forma condensada de alientos. También algo que se dice y mira en busca de confort. También innecesario. Entonces, fumo un cigarro, miro al cielo... y aquí: un largo bostezo.

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