La elección del 2 de julio arrojó varios resultados sorprendentes. En primer lugar, fue la elección presidencial más cerrada de nuestra historia. En segundo lugar, reflejó un crecimiento inmenso en la votación por el PRD, y un decrecimiento dramático en la votación hacia el PRI. En tercer lugar, abrió espacios para comportamientos anómalos en la votación por partidos pequeños.
El caso de Nueva Alianza es particularmente interesante por dos razones. La primera es que Nueva Alianza es el primer partido político de nuevo registro en mantener su registro en su primera elección al sobrepasar el umbral del 2% de la votación efectiva(1). La segunda razón es la distancia de entre el voto presidencial y el voto legislativo por este partido, en promedio los candidatos a diputados obtuvieron 3.68% más de votos que Roberto Campa.
Pero hay una tercera razón. Desde su fundación se percibió en Nueva Alianza más que un partido electoral, un instrumento político en manos de Elba Esther Gordillo para incidir en el resultado electoral de los tres partidos más grandes. En particular, existe una creencia generalizada – no desmentida aún – de una “operación” de Nueva Alianza a favor de Felipe Calderón para arrebatar la victoria a López Obrador.
Del análisis de los resultados electorales que presentamos se desprenden dos conclusiones. Por un lado, no existe un patrón geográfico que sugiera que Nueva Alianza contó un apoyo regionalizado y meramente corporativo. Por el otro lado, la evidencia nos indica que Nueva Alianza operó en contra de Roberto Madrazo, pero no a favor de Felipe Calderón o en contra de López Obrador. En ese sentido, si Nueva Alianza hubiese operado en favor de Calderón o en contra de López Obrador, esperaríamos ver patrones regionales y/o diferencias norte-sur que sencillamente no se observan.
PANAL: pocos pero bien distribuidos.
Como mencionamos anteriormente, de la votación por Nueva Alianza a nivel nacional sabemos que, atípicamente, obtuvo 3.68% más votos en la elección a diputados que en la elección presidencial(2). No obstante, dada la tendencia en elecciones anteriores, apostar a obtener “uno de tres” votos en la elección federal no resultaba una estrategia descabellada. Si agrupamos los resultados de la elección presidencial y de diputados, obtenemos la distribución de patrones que nos aclaran, geográficamente, dónde funcionó el “uno de tres” para Nueva Alianza.
La Tabla 1 muestra que Nueva Alianza fue consistentemente exitoso en virtualmente todo el país para obtener votos en la elección a diputados, pero poco exitoso para hacer lo propio en la elección presidencial(3). De hecho, en 83% de los distritos obtiene entre 2% y 4% del voto para diputados, pero en el 96% de los distritos obtuvo menos de 2% del voto para Presidente.
Tabla 1. Clasificación de distritos por porcentaje de voto NA
Así, el fracaso de Roberto Campa y el éxito del “uno de tres” legislativo se distribuyó uniformemente en el país (ver mapas 1 y 2). Existen no obstante, algunos distritos atípicos que conviene identificar. En la elección presidencial, Roberto Campa obtuvo entre 2% y 4% de los votos en distritos que corresponden a 7 estados: Baja California (Mexicali), Campeche (Campeche), Chihuahua (Parral), Hidalgo (Actopan), Morelos (Jojutla y Yautepec) y Nuevo León (Santa Catarina, Linares y Cadereyta). Así como entre 4% y 6% en un solo distrito con cabecera en Zacapoaxtla, Puebla(4).
Por otra parte, en la elección a diputados, Nueva Alianza obtuvo entre 6% y 8% de los votos en distritos de sólo tres entidades: Aguascalientes (Jesús María), DF (Venustiano Carranza e Iztapalapa) y Estado de México (Tlalnepantla, Toluca, Nezahualcóyotl, Texcoco y Zincatepec). En principio, no parece haber patrones regionales en los votos por Nueva Alianza.Pero cabe preguntarse cómo se traslapan los patrones de voto para presidente y diputados. Es decir, ¿existe algún patrón que relacione el voto por diputados y presidente de Nueva Alianza? La Tabla 2 nos ayuda a responder. El primer dato interesante es que en los distritos donde obtuvo los mayores porcentajes de voto en la elección a diputados (6%-8% del voto), obtuvo también menos del 2% en la elección presidencial; es decir, donde mejores resultados obtuvo en la elección a diputados, obtuvo también los peores resultados en la elección presidencial. El segundo dato interesante es que en la mayoría de los distritos donde obtuvo entre 2%-4% de los votos en la elección presidencial, obtuvo entre 4%-6% en la elección a diputados; esto es, en los distritos donde obtuvo buenos resultados en la elección presidencial, obtuvo generalmente buenos resultados – aunque mejores – en la elección por diputados.
Tabla 2. Cruce de distritos por porcentaje de voto NA
Distribución geográfica de la diferencia entre voto Presidente y Diputados
Una forma alternativa de evaluar lo anterior es revisando la diferencia en porcentajes de votos entre el voto por diputados y presidente de Nueva Alianza en cada distrito (ver Mapa 3). La Tabla 3 desglosa estos resultados. El más notorio de ellos es que en ningún distrito Nueva Alianza obtiene más votos para presidente que para diputados. El segundo es que obtiene entre 2% y 6% más votos en la elección de diputados comparada con la elección presidencial en todos los distritos excepto 2.
Tabla 3. Clasificación de distritos por diferencia Presidente-Diputado NA
En términos geográficos, los 2 distritos en los que hay una diferencia de más de 6% entre los votos entre diputados y presidente son: el distrito con cabecera en Santa Catarina en Nuevo León y el distrito con cabecera en Huixquilucan en el Estado de México. En estos distritos “estelares”, Nueva Alianza obtuvo alrededor de 3% en la elección presidencial y casi 9% en la elección de diputados.
En contraste, existen seis distritos en los que la diferencia entre la votación entre ambas elecciones es menor al 2% de los votos: Baja California (Mexicali), Campeche (Campeche), Chihuahua (Parral), Morelos (Jojutla, Yautepec) y Puebla (Zacapoaxtla). Curiosamente, los distritos con menor apoyo legislativo hacia Nueva Alianza son justamente los distritos donde Roberto Campa obtuvo sus mejores resultados.
En suma, los resultados sugieren que en casi dos tercios de los distritos, los resultados de la elección a diputados duplican los resultados de la elección presidencial y en el tercio restante la diferencia es aún mayor.
De la Maestra, con cariño…
La otra gran pregunta sobre la elección de 2006 es si Nueva Alianza utilizó su estructura para operar en favor de Felipe Calderón y en detrimento de López Obrador. En más de una ocasión, el argumento ha sido presentado, y generalmente se presenta la diferencia nacional entre los votos por Nueva Alianza y por el PAN entre la elección de diputados y la elección presidencial para sustentarlo. Por su parte, Elba Esther Gordillo abiertamente ha señalado que el bajo porcentaje de votos de Roberto Madrazo se debe a ella y a Nueva Alianza. ¿Cuál de estos argumentos es respaldado por la evidencia empírica?
Para encontrar una respuesta, especificamos un modelo estadístico de regresión con los datos electorales a nivel municipal(5). Los resultados de nuestro análisis se encuentran sintetizados en la gráfica 1, que representa la relación entre el voto por otros partidos cuando cambia de su valor mínimo a su valor máximo y el cambio porcentual esperado de apoyo electoral para los diputados de Nueva Alianza(6).
En lo que toca a la votación presidencial, nuestro análisis revela que donde aumenta el porcentaje de votación para los diputados de Nueva Alianza se reducen consistentemente los votos por Roberto Madrazo. De hecho, cuando la votación por Madrazo se mueve de su valor mínimo a su valor máximo, la votación para diputados del PANAL decrece en 0.72% en promedio(7).
En constraste, la covariación es estadísticamente nula e idéntica con respecto a los votos por Felipe Calderón y Andrés Manuel López Obrador(8).
Si comparamos las líneas de covariación entre el voto presidencial de los partidos y el voto por diputados del PANAL (gráfica 2), se vuelve aún más claro que la asociación con el voto por Calderón y López Obrador es idéntica, positiva y no significativa, mientras que el voto por Madrazo convaría negativamente.
Otro factor que nos permite concluir que se trató de una operación dirigida específicamente contra Roberto Madrazo, es que no existe una asociación significativa con el voto por los diputados del PRI. Como se observa en la gráfica 1, las únicas asociaciones significativas con los votos legislativos del PANAL son positivas y asociadas al voto por diputados del PAN y del PASDC(9).
De hecho, como se observa en la gráfica 3, esta asociación es particularmente fuerte en el caso del PASDC, que mueve el porcentaje esperado de votación por diputados del PANAL de poco menos del 5% a poco más del 8%. El efecto positivo asociado al voto por diputados del PAN es mucho más moderado y claramente, existe una relación estadísticamente nula con el voto por diputados del PRD y el PRI(10).
En suma, ni con Calderón, ni contra López Obrador. La evidencia sugiere que Elba Esther decía la verdad: Nueva Alianza operó consistentemente en contra de Roberto Madrazo. El resto, es mera especulación (o especificación incorrecta de modelos estadísticos).
Notas:
(1) Nueva Alianza no sólo obtuvo más del 2% de la votación presidencial, obtuvo 4.66% en la elección de diputados. El siguiente caso más cercano en las últimas dos décadas fue Democracia Social que logró 1.88% de los votos en la elección de diputados en 2000, antecedente inmediato del Partido Alternativa Social Demócrata y Campesina.
(2) Al menos desde 1994, en elecciones concurrentes los nuevos partidos obtienen típicamente un porcentaje mayor de votos al Congreso que para la Presidencia. Sin embargo, la distancia para el caso de Nueva Alianza es por mucho superior. Es importante mencionar también que el PASDC es el primer partido de nueva creación que obtiene más votos para la Presidencia que para el Congreso.
(3) El umbral interesante de votos es 2%, de la votación efectiva pues es el necesario para mantener el registro como partido político nacional.
(4) Este ultimo distrito es el más exitoso para Nueva Alianza en la elección presidencia, aunque solo haya obtenido 4.09% del voto.
(5) Los resultados del modelo están disponibles en la versión ampliada de este escrito referida al inicio. El modelo agrupa los votos por municipio y estima la covariación entre el apoyo electoral para Nueva Alianza para la elección de diputados, y los votos de los candidatos presidenciales, controlando por el voto del resto de los partidos en ambas elecciones y por el número total de electores, y corrigiendo los errores estándar de los estimadores. Asimismo para eliminar posibles sesgos sociodemográficos, incluimos como variables de control las siguientes: población, tasa de desempleo, ocupación en el sector primario, población ocupada en el sector gubernamental, población indígena, población católica, escolaridad, índice de marginalidad, y población con servicios de salud en el ISSSTE (como un proxy del tamaño relativo del magisterio en el municipio). Consistentemente, estas variables de control carecen de peso explicativo. Para detectar evidencia consistente de la operación de Nueva Alianza a favor o en contra de alguno de los candidatos presidenciales, necesitamos estimar una covariación positiva o negativa entre el voto de otros partidos y el apoyo anómalo a los diputados del PANAL. En otras palabras, si en presencia de estos controles detectamos relaciones estadísticamente significativas entre los presidenciales y los candidatos a diputados de Nueva Alianza sabemos que covarían de manera consistente en el país y ello puede considerarse evidencia de la operación de Nueva Alianza.
(6) Dejando el resto de variables fijas en su media. La gráfica 1 establece el valor esperado y los márgenes de error en la estimación, de modo que las líneas que cruzan en el cero del eje de las Y se corresponden con variables con una relación estadística no significativa con la diferencia entre elecciones del PANAL, en contraste, las líneas por debajo / encima del cero son variables asociadas significativamente con la diferencia entre elecciones del PANAL.
(7) El decremento respecto a la otra variable presidencial significativa (PASDC) es de sólo 0.35%.
(8) Nótese también que no existe una asociación estadística significativa entre el voto presidencia y legislativo del propio PANAL.
(9) Cuando el voto por diputados de estos partidos pasa de su valor mínimo a su valor máximo el voto por diputados del PANAL crece en 1.35% respecto al PAN y 3.33% respecto al PASDC.
(10) Cabe señalar, que la variable más significativamente asociada al voto por diputados del PANAL es aquella que mide el número total de votantes en la elección legislativa, que cuando se mueve de su valor mínimo a su valor máximo incrementa dicho voto en 5.70%. Esto significa únicamente que entre más votantes tuvo un municipio, hubo mayor posibilidad de que algunos de estos votantes le dieran a PANAL “Uno de Tres”.