24.1.07

La mujer, el negro, el hispano y el obrero (Excelsior, 24/01/07)

“Con sólo 15,840 horas hasta la elección del 2008, yo ya estoy harto de la campaña presidencial”, así se titula una de las entradas escritas por David Sirota, autor de uno de los blogs políticos más concurridos en los Estados Unidos. Cosa curiosa, el diálogo entre los principales medios impresos y los blogs ya corre en ambas direcciones. Desde sus inicios, los llamados bloggers han cubierto los contenidos de los medios de comunicación masivos en Estados Unidos, han evidenciado sus resbalones, e incluso han generado ellos mismos noticias clave. Ahora, los principales periódicos estadounidenses se han dado a la tarea de cubrir los contenidos de los blogs, tal como ha ocurrido en días pasados en el Washington Post, el L.A. Times y el New York Times.

El hartazgo prematuro de los bloggers con la elección del 2008 no se debe a la elección misma, sino a su cobertura en medios. En el caso de la elección primaria del Partido Demócrata ha estado plagada de lugares comunes, comentarios banales y análisis francamente nulos. Un encuentro entre etiquetas y preguntas absurdas. La elección primaria demócrata está constreñida a la batalla entre categorías: la mujer (Hillary Clinton), el negro (Barack Obama), el hispano (Bill Richardson) y el blanco de orígenes humildes (John Edwards).

A las categorías, siguen las preguntas ‘controversiales’: ¿Está Estados Unidos listo para una mujer en la presidencia? ¿Qué significa para Estados Unidos tener un Presidente negro? ¿Podrá Richardson ser el primer candidato de origen mexicano a la presidencia? ¿Representa John Edwards a los blancos empobrecidos del país? Preguntas que por supuesto carecen de respuestas razonables. Llega entonces el momento de ‘fabricar la nota’. Accidentalmente escribir Osama en lugar de Obama, porque sospechan que el público conectará los puntos y concluirá que es nombre de Barack es ilegible e inelegible. El reportaje sobre la formación escolar de Obama en una supuesta escuela musulmana de Indonesia a la que asistió a los ¡6 años!, y que resultó ser una escuela pública secular.

Todo encaja perfectamente para una cobertura hollywoodense de la elección. Hillary Clinton como una amazona implacable que recoge millones y millones de dólares al trote, que ha hecho del centro y sus indefiniciones su casa. Barack Obama como el político carismático y extraño desde el nombre hasta los rasgos, un político afro-americano que no llega a ser propiamente negro. John Edwards como el ‘niño bonito’ de la pobreza, el hijo de un minero que se convirtió en un exitoso abogado y político, el rostro del ‘sueño americano’. Bill Richardson como el hombre experimentado pero gris, el gobernador del estado más pobre del país, peligrosamente cercano a México, en donde para colmo vivió sus primeros años de vida.

Así, la elección primaria se perfila como la contienda entre las muchas partes del Partido Demócrata. El despertar de sus dilemas como el partido de las muchas minorías y sus agendas. La identidades cruzan en todas la direcciones, por ejemplo, la dirección del voto afroamericano no es clara entre Obama y Clinton. Irónicamente, Richardson y Edwards, los únicos precandidatos que hasta el momento tienen posturas claras de política pública, le apuestan a su inclusión en la fórmula a la vicepresidencia. Las combinaciones están abiertas: ¿Una presidenta con un vicepresidente hispano? ¿Un presidente negro con un vicepresidente blanco? ¿Una fórmula blanca de un lado y negro-hispano del otro?...categorías y etiquetas ¡Qué aburrición!

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