12.4.06

Forma es Fondo (Publicado en Excelsior, 12/04/06)

Alzados los brazos a la celebración un minuto, alzados los brazos al asombro el siguiente minuto. El senado estadounidense no alcanzó un acuerdo en torno a la reforma migratoria. La razón: procedimental. El debate entre republicanos y demócratas se centró en la forma en que la propuesta del Comité Judicial debía ser votada. Si abierta, ello significa que la propuesta es debatible y modificable. Si cerrada, el pleno del Senado se limita a votar a favor o en contra sin capacidad de modificarla. Al final, demócratas y republicanos no lograron coincidir sobre el máximo de enmiendas permisibles. Para los demócratas la votación abierta significaba simplemente dar oportunidad a que el Senado aprobara una propuesta que fuese una mera confirmación de la propuesta de la Cámara de Representantes que enfatiza cuestiones de seguridad fronteriza e ignora cualquier posibilidad de legalización. Para los Republicanos la inflexibilidad por parte de los demócratas prueba que su único interés es hacer del tema migratorio un asunto central en los siguientes procesos electorales pero evitar que la administración republicana se lleve el crédito de una reforma aplaudida por la minoría de mayor crecimiento en Estados Unidos: los latinos.

Así, como sentenciaba Jesús Reyes Heroles, forma es fondo. Mientras que los demócratas congelan la votación abierta de la propuesta, acompañan gustosos las marchas que han tomado lugar en casi todo el territorio estadounidense. Mientras los republicanos apuntan el dedo acusador hacia los demócratas, son justamente los senadores republicanos más opuestos a la resolución del Comité Judicial quienes proponen una votación abierta a enmiendas.

Pero mientras el Senado se traba, los discursos del miedo se desatan. El miedo parece estar destinado a ser el tema repetido de los Estados Unidos, Gulliver atormentado por la sola idea de los otros, Lilliputenses que acechan, caminan, gritan y ondean banderas extrañas. La cadena de noticias Fox transmitió en cadena nacional una entrevista al Dr. Jack Wheeler, antiguo asesor del gobierno de Ronald Reagan y famoso analista político conservador. De acuerdo con el Dr. Wheeler la élite mexicana y su gobierno se encuentran ocupadísimos planeando una segunda guerra civil en Estados Unidos como forma de recuperar el territorio que cedió en la guerra de 1848. ¿Las pruebas de tan macabra maniobra? 1. Los inmigrantes que protestan cargan banderas mexicanas, 2. Vicente Fox ha dicho que gobierna para 123 millones de mexicanos, 100 acá, 23 allá, y 3. El contenido del Plan Espiritual de Aztlán, documento central del movimiento chicano ¡de fines de los sesentas! Por supuesto, lo dicho por el Dr. Wheeler carece de toda credibilidad y sustentabilidad, son disparates mediáticos que generarán sustos o risas. Lo notorio es que una cadena nacional, incluso a sabiendas del conservadurismo de la cadena Fox, invite y trasmita la opinión de un individuo de tales dimensiones.

Los medios no convencen, reafirman. No modifican cómo pensamos, pero influyen sobre los asuntos en los que pensamos, enmarcan la agenda. Ya el pasado lunes vimos a cientos de miles de migrantes marchar con playeras blancas y banderas estadounidenses (adaptación precisa: el movimiento va en serio). Ya el pasado lunes vimos a algunos ciudadanos conservadores quemar banderas mexicanas. El Senado estadounidense debe evitar que su incapacidad para generar acuerdos de forma se traduzca en diferencias de fondo en la sociedad. Este no es un choque de civilizaciones, ficciones puristas y seniles; es por el contrario una oportunidad para la integración, para aceptar que no hay civilización posible si en lugar de incorporar, excluye.

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